Pirate Patch y su tripulación caen en una trampa urdida por sus enemigos Pirate Bones y
Pirate Jones, que los atraen a través de un mensaje falso en una botella avisándolos del
secuestro de sus padres. Cuando llegan a la isla a rescatarlos, los piratas los apresan
para obtener un rescate. El ingenio del perro Portside, que se escapa haciendo un túnel y
engañándolos, consigue salvar a la familia.