Narrar visualmente es establecer un criterio de lectura, indicar de alguna forma al espectador cómo queremos que vea aquello que representamos.
La ficción nos ofrece la posibilidad de entender la realidad a través de lugares comunes. Como narradores visuales, debemos aprender a encontrar esos lugares, pues de ello dependerá que los demás participen o no de nuestra historia.