Cada mañana, la tranquilidad de los habitantes se ve perturbada cuando descubren su pueblo en total desorden. Los bancos están apilados en torres, los tejados cambiados de sitio… Dicen que es obra de un misterioso gigante.
Pero éste, cree que es simplemente un niño que juega y no un gigante, y cada amanecer vuelve a casa con su madre a dormir plácidamente. Un álbum con tiernas y entrañables ilustraciones de delicados colores y una tipografía sencilla y redonda que será uno de los favoritos de los peques.