Las aventuras de Robinson Crusoe comienzan un día en el que, desobedeciendo la voluntad de su padre, que desea que estudie leyes, el joven decide acompañar a un amigo suyo en un viaje por mar. Este primer viaje despierta en Robinson el ansia por conocer mundo, y se embarca en distintas expediciones. En una de ellas, el barco en el que viaja naufraga, y Robinson es el único superviviente. Perdido en una isla desierta deberá sobrevivir a las necesidades más elementales de la vida y, sobre todo, deberá sobrevivir a la soledad.